Hoy ha sido un día de asueto. Lo comenzamos en Logroño, en el final de la gloriosa despedida que hemos brindado a Raúl y a Ivan, y lo hemos continuado en Bilbao, en el partido contra el primer clasificado. Y mi impresión al final del partido ha sido que el equipo visitante también se lo ha tomado como un trámite, como un encuentro que había que pasar y cuanto antes mejor. Y eso mismo ha pensado el anotador, quien ha considerado 'apropiado' que el encuentro dure apenas hora y diez minutos, incluído el descanso y los tiempos muertos. También él tenía prisa porque esto acabara cuanto antes.
Nuestra llegada al pabellón, nuestras caras y ánimos, no daban una imagen de que estuviéramos muy centrados en competir el partido, lo que por otra parte se antojaba muy difícil, siendo el rival el que era. En los primeros minutos la diferencia no era muy amplia, lo que quizá nos hizo creer, erróneamente, que estábamos jugando a un buen nivel. Sin embargo, mi somero análisis de nuestra intensidad defensiva, y sobre todo, la opinión que a posteriori me dio alguno de nuestros seguidores, que a buen seguro se encontraba más lúcido mentalmente que la mayoría de nosotros, me reafirmó en que más bien era Anbotopeko el que estaba jugando a medio gas, o casi.
Las pérdidas de balón, o las escasas lecturas de juego (¡estábamos para leer mucho esta tarde!) fueron determinantes. Es decir, que nuestro ataque no brilló, como en tantas ocasiones esta temporada, si bien tampoco fue indecente. Eso sí, la sensación defensiva con la que acabé el partido es que ésta fue un tanto 'fría'.
Acabamos el trámite, y nos fuimos a casa perdiendo 'únicamente' de 30, la mitad de la diferencia del partido de ida, y sin encajar esta vez 100 puntos. Y de esta manera tuve la impresión de que nos consolábamos, de que dábamos por bueno lo obtenido en esta tarde de domingo. A mí sin embargo no me pareció que anotar uno de los registros más bajos de la historia del club, o perder de 30 ante un equipo que ha venido a jugar prácticamente a medio gas, sea para sentirse tranquilo.
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