sábado, 9 de febrero de 2013

Cuando muchos hablan y pocos escuchan (1)

S.D. Zamudio 76  Parque Bilbao 60
Por respeto a los que integran el equipo, a sus opiniones, a la implicación que éstas dejan entrever, al enriquecimiento que, sobre todo tácticamente, pudieran proporcionarnos, permito que tiempos muertos e intervalos entre cuartos se conviertan en 'buzones de sugerencias' con dudoso contenido práctico, no por los mensajes en sí (aunque alguno incluso resulte contradictorio) si no porque en este equipo la capacidad de asimilación de tanta información no se me antoja viable, y máxime cuando mi percepción del entorno es que estamos más predispuestos a enseñar nuestras indicaciones que a escuchar las de los demás; o dicho de manera menos florida, a hablar más que a escuchar.
Esta arenga sobre la comunicación baloncestística no trata de aludir a lo antedicho como única causa de la derrota, por supuesto, aunque si la explica en parte.
 
Pero para no aturullarme, al igual que durante el partido, comenzaré por el principio. Mas, tranquilos, no por el comienzo de los tiempos, la época del Big Bang o de Adán y Eva, según sus preferencias religioso-intelectuales. Me retrotraeré a un punto más cercano, al comienzo del partido objeto de esta crónica-relato. O mejor aún, si se me permite, y si no es así me es indiferente, a los precedentes que tenemos con Zamudio en su campo; a las dos últimas temporadas. Porque recordando estos encuentros pretéritos podré subrayar mi estupidez, a la par que nuestra incapacidad para aprender de nuestros errores.
Así por ejemplo, en el primer partido de la pasada temporada, en Zamudio, con bastante banquillo, con unos cuantos del equipo de 2ª, con ritmo, les causamos muchos problemas. Eso sí, encajamos 80 puntos, con un sistema defensivo que no era el óptimo. Dos temporadas atrás, encajamos nuevamente una burrada de puntos. Nuestro sistema defensivo, el mismo; nuestro ataque en cambio, peor. En el primer cuarto nos sacaron 14 puntos de diferencia (23-9), lo que fue el comienzo de la derrota. Además, en el último cuarto el equipo local no cejó en su empeño de ganarnos de paliza, quizá como venganza del partido de ida en que les habíamos ganado de casi 30 de diferencia; y tampoco cejó en cuanto a darnos hostias.
Y así podría seguir analizando partidos de temporadas anteriores, aunque creo que a simple vista los que estuvieron en el partido de este fin de semana, atestiguaron varios hechos coincidentes, y por ello podrían determinar varias conclusiones. A saber, que nuestro sistema defensivo habitual no evita que nos inflen a puntos en Zamudio; que para ganarles con esa defensa hay que mantener un ritmo muy alto de juego y tener acierto en el tiro; que nos van a dar hostias sí o sí; y que en el primer cuarto sobre todo no podemos permitirnos salir al campo con una intensidad defensiva mínima y con una dudosa tensión en ataque.

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