domingo, 5 de mayo de 2013

Comenzando treinta minutos tarde

Parque Bilbao 44  Balmaseda 47
Último partido de la temporada. No nos jugamos nada en la clasificación ninguno de los dos equipos. Balmaseda va a acabar 6º del grupo pase lo que pase, y nosotros 12º. Pero al menos tengo varios alicientes por conseguir en este partido; por un lado que un par de jugadores anoten puntos, que se lo merecen por su dedicación e implicación en los entrenamientos, por otra que jugando nuevamente con los dos pivot altos demostremos el daño interior que podemos provocar, y finalmente demostrarle a Balmaseda que la derrota del partido de ida fue circunstancial; esto es, que fue motivada por nuestra escasez de jugadores. Además soy optimista, pienso que vamos a ganar.
Y por lo menos sí que competimos, al menos buena parte del partido. Pero los detalles, muchos detalles, nos dieron la derrota. Porque creo que éste fue otro de aquellos partidos, y han sido unos cuantos esta temporada, en que hay que buscar la causa de la derrota en nuestros propios deméritos. Le regalamos el partido a Balmaseda y ellos lo aprovecharon, claro.
 
Respecto a mis pretensiones antes de comenzar el encuentro, no se cumplió ninguna. No anotaron los que pensaba, nuestro juego interior, al menos ofensivamente fue insuficiente, y a Balmaseda no pudimos demostrarle más que lo mismo que en el partido de ida, que si le ponemos casta y buen ritmo les causamos muchos problemas. Cuando lo hicimos, cuando le metimos ritmo al partido nuestros puntos llegaron con comodidad, y peleamos el partido de forma épica. Porque al final del tercer cuarto perdíamos de 13 puntos (habiendo tenido Balmaseda una máxima de 17 durante este tercer período), y a falta de dos minutos nos pusimos a tres puntos. Nos faltó rematar la faena, pero en ese cuarto nuestro coraje estuvo a la altura, e incluso hubo momentos inverosímiles, como cuando Iker anotó en el último minuto un triple contra tablero que nos ponía a dos puntos. Pero nos faltaba tiempo para llegar a la remontada. El partido lo habíamos perdido antes, en tres cuartos en los que pretendimos atacar a ritmo relajado, en los que quisimos defender sin defender, sin pelearnos allí donde el contrario más daño nos hacía, en los que hubo insucientes movimientos ofensivos en el juego interior, en los que se echó en falta más agresividad en ataque del juego exterior. Quisimos hacer tácticamente nuestros ataques, y ahí tuve buena parte de culpa, en lugar de jugar con la intensidad, con la agresividad que se le debe suponer a un equipo que se enfrenta a otro claramente superior en la clasificación. Llegamos tarde, cuando el partido hacía casi 30 minutos que había comenzado.
Nuestro porcentaje en tiros libres tampoco ayudó, y eso que hoy nos encontramos con un chollo en el equipo visitante, que anotó tan sólo el 33% de sus tiros de personal. Y a pesar de esa evidencia, nos dejamos muchas faltas sin hacer, esperando quizá a una 'mejor ocasión'.
 
Acabó la temporada oficial, con un pobrísimo balance de 5 victorias y 21 derrotas, que es el segundo peor de nuestra historia. Las razones de esto son varias, y quizá próximamente sean objeto de una necesaria reflexión.
 
 

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